Pecado Original

Inclinando unos 60 º la copa y sobre fondo blanco, podemos observar una alta capa formada tonos rojo cereza picota, entremezclados, a la vez que nos alejamos radialmente del centro, con tonos azules, dándonos reflejos morados vivos y brillantes a medida que nos acercamos al menisco.

A copa parada nos podemos hacer una idea del potencial de este vino percibiendo una complejidad de fruta y limpieza aromática admirables.

Removiendo la copa nos encontramos con aromas a mezcla de frutas carnosas como melocotón, plátanos, frambuesa, con fruta negra, como mora o grosella.

En boca nos corrobora la nariz con sabores a compota de frutas con notas de almendras siendo un vino intenso, corpulento y muy bien armado; los taninos son largos y aterciopelados lo que junto a la lágrima le da un volumen excepcional.